No puedes luchar solo
Para ser un socialista eficaz, no puedes estar sólo, debes unirte a un colectivo.
BERNIE SANDERS sorprendió a muchos en el establecimiento mediático con su prematuro éxito en la ya añeja temporada electoral. No sólo Sanders no es respaldado por Wall Street, sino que además se auto declara un socialista, lo que es un tabú político en la proclamada "tierra de la libertad".
De hecho, el socialismo ha ido perdiendo su condición paria por algún tiempo. Una reciente encuesta de Gallup muestra que entre personas de veintitantos, los pobres de toda edad, y los negros y latinos, en particular, el socialismo es visto más favorablemente que el capitalismo. Y hace dos años, Kshama Sawant, una socialista mucho más radical que Sanders, ganó una elección municipal en Seattle.
La razón por la que el socialismo es cada vez menos un tabú es tan clara como las noticias: los bancos destruyen la economía mundial, la violencia y racismo contra los inmigrantes, y la destrucción de los ecosistemas planetarios necesarios para nuestra supervivencia, sólo por citar algunos.
Basada en la experiencia de los países que se hacían llamar comunistas o socialistas, toda una generación creció con la idea de que el socialismo fue un fracaso. Una conclusión que fue resumida en el eslogan "No hay alternativa" que la primera ministra británica Margaret Thatcher utilizó tan a menudo para sacudirse las críticas a sus políticas conservadoras.
Pero esto de que "no hay alternativa" está siendo ahora rechazado por millones de personas que sufren los evidentes y múltiples fracasos del capitalismo. Los movimientos Ocupa, hace unos años, y ahora Las Vidas Negras Cuentan han sido una inspiración, no sólo con su desafío callejero, sino además por su insistencia en que todo el sistema debe ser cambiado.
En todo el mundo, el mismo ánimo ha producido revoluciones (y contrarrevoluciones) en el Medio Oriente, nuevos partidos radicales de izquierda (y de derecha) en Europa, y un número récor de huelgas en China.
Pero aunque más personas puedan estar abiertas al socialismo que en cualquier momento en la historia reciente de EEUU, el número de ellos que son miembros de organizaciones socialistas, trabajando activamente para deshacerse del capitalismo, sigue siendo muy pequeño. Es hora de cambiar esto.
EL SOCIALISMO es una meta más profunda que las demandas inmediatas de muchos movimientos de protesta, pero es importante comprender que todo aquello por lo que hoy luchamos está conectado a los fracasos del capitalismo y la necesidad de un nuevo tipo de sociedad.
El movimiento Las Vidas Negras Cuentan, por ejemplo, puede haber emergido en respuesta al abuso y violencia policial, pero con sólo afirmar que la vida de todos los negros debe importar, su lucha se enfrenta a un orden económico basado en el racismo a lo largo de su historia, como justificación de la esclavitud hace 200 años y como una forma de mantener a los trabajadores divididos hoy.
Del mismo modo, aquellos que tratan de frenar el cambio climático se enfrentan al hecho de que las docenas de informes científicos detallando las desastrosas consecuencias de la extracción de combustibles fósiles no son suficientes para obligar a aquellos en el poder a rechazar un modelo económico que pone las ganancias a corto plazo por delante de bienestar a largo plazo.
Históricamente, los socialistas han sido unos de los organizadores políticos más eficaces porque su visión anticapitalista les impide aceptar la lógica de que "no hay alternativa", o sucumbir a lo "práctico".
Para ser igualmente eficaz hoy, necesitamos más socialistas revolucionarios, y no sólo en la lucha, sino además en las aulas, la chamba y el barrio, ayudando a organizar amplias capas populares en una fuerza para el cambio.
El legendario rapero Boots Riley habló recientemente sobre cómo el poder, concretamente el poder de la clase obrera, es el ingrediente que falta en muchos movimientos de protesta de hoy:
Así las llamamos demostraciones, ¿verdad? ¿Por qué demostraciones? Bueno, ellas solían demostrar el poder que tenemos para parar la industria... así como, esto es un montón de gente en la calle. Es sólo una demostración, no es lo que de hecho vamos a hacer. Es sólo la amenaza.
Pero ahora, con lo espectacular tomando el centro del escenario, [la protesta misma] es la cosa. Eso es todo. Poner gente en la calle. Y parecía que eso es lo que teníamos que hacer...Todo lo que hay que hacer es salir a las calles a avergonzar a aquellos en el poder.
Riley apunta al corazón revolucionario del socialismo, un tipo diferente de socialismo al practicado por candidato a la nominación presidencial del Partido Demócrata, Bernie Sanders.
Nuestro tipo de socialismo entiende que las elites que gobiernan el mundo nunca serán avergonzadas a cambiar su desastroso sistema, sino que es la clase obrera, si puede unirse en lucha, la que tiene el poder para crear uno mejor; sólo porque los trabajadores tienen el poder de cerrar la industria, sino porque tienen la capacidad de transformar todo el sistema económico en algo democrático y sostenible.
Por supuesto, hay otras versiones del socialismo. La meta de Sanders no es derrocar el capitalismo, sino hacerlo más llevadero por medio de cualquier ley que el corrupto sistema bipartidista le permita. Luego está el gobernante Partido Comunista de China, para el cual el socialismo significa simplemente el control gubernamental una la economía capitalista.
Estas versiones del socialismo son lo contrario de la visión presentada por Carlos Marx y Federico Engels en el Manifiesto Comunista y encapsulada en el primer estatuto de la Asociación Internacional de los Trabajadores que ayudaron a formar: "La emancipación de la clase obrera debe ser conquistada por la clase obrera misma".
Esto es el socialismo desde abajo, para usar la memorable frase acuñada por el socialista estadounidense Hal Draper en la década de 1960. El socialismo no puede venir en nombre de los trabajadores a través de las acciones de una élite, incluso si éstas tienen buenas intenciones.
"Yo no quiero que sigáis ni a mí ni a cualquier otro", declaró el gran sindicalista y líder del Partido Socialista Eugene V. Debs. "Si estáis buscando un Moisés para que os guíe fuera de este desierto capitalista, permaneceréis donde estáis. Y si pudiera, yo no os guiaría a la tierra prometida, porque si allí os condujera, algún otro os sacaría".
Para Debs, tanto como para Marx y Engels y para grupos como la Organización Socialista Internacional (ISO, por sus siglas en inglés; editores de este sitio web), la única manera de obtener el socialismo es que los millones de trabajadores, estudiantes y oprimidos se conviertan sí mismos en líderes socialistas, todos ellos conscientes de la lucha por un futuro revolucionario.
PARA SER un socialista efectivo, hay que ser parte de un colectivo, y no sólo porque miles de personas puedan más que una.
La organización también es necesaria porque todos venimos al socialismo con nuestras propias experiencias de vida e ideas, las que deben ser reunidas a través de procedimientos democráticos destinados a fomentar la discusión y el debate, y así llegar a la mejor manera posible de entender el mundo y la mejor estrategia para cambiarlo. De la misma manera, la educación y la formación pueden ser transmitidas para que los nuevos activistas se convierten en líderes socialistas.
Algunos creen que al unirse a una organización pierden su "independencia". Pero todos estamos influenciados cada día por la terrible educación que recibimos bajo el capitalismo, en la escuela, el trabajo, en nuestra vida cotidiana. A menos que las contrarrestemos, estas ideas y experiencias dan forma a lo que pensamos y cómo abordamos el mundo, en formas que no entendemos. Al organizarnos con otros socialistas podemos desafiar todos los prejuicios y desinformación perpetuados en la sociedad. Ésta es la mejor forma de fomentar una independencia real, y liderazgo.
Aquellos que subestiman la importancia de la educación, discusión y debate políticos puedan no entender por qué los socialistas pasan tanto tiempo atendiendo a nuestras propias organizaciones. Sin embargo, tener una infraestructura metódicamente desarrollada es lo que permite a las organizaciones socialistas evitar diluir su política en alguna versión aceptable al estatus quo, y organizar discusiones productivas, libres de la saña a menudo encontrada en otros foros, incluyendo en el internet.
Os animamos a ser parte de la Organización Socialista Internacional, no como la conclusión de una reflexión política, sino como una de las primeras decisiones a tomar acerca de dónde obtener una educación política.
Gracias a Bernie Sanders; gracias a la crisis del capitalismo; gracias a las innumerables luchas, grandes y pequeñas, que encontramos en el mundo hoy, hay una pizca de socialismo en el aire. Eso es un buen comienzo, pero ahora tenemos que construir las fuerzas necesarias para hacer del socialismo una alternativa real a un sistema capitalista que sí ha demostrado su fracaso total.
Traducido por Orlando Sepúlveda